Cuando el cuerpo te lleva, donde la mente sueña
noviembre 28, 2020
Atrapa en las manos tus miedos, tristezas, angustias…
Apriétalos con fuerza, mucha fuerza.
Hasta convertirlos en un puñado de arena.
Obsérvala, dale las gracias y despídete.
Métela en el bolsillo, hazle un agujerito y comienza a caminar.
Camina y deja que el bolsillo se vaya vaciando,
que la arena se vaya derramando a cada paso,
y con ella,
aquello que te hace daño,
aquello que te hirió,
aquello que no te deja avanzar.
Camina para encontrarte,
para ser libre, salvaje y feliz.
~ Cuando el cuerpo te lleva, donde la mente sueña ~
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