Los mogotes calizos del valle de Viñales alcanzan los 300 m de altura y son ideales para los escaladores más expertos, con muchos salientes calizos y columnas de toba volcánica. Con un poco de suerte podrás observar a algún colibrí endémico de esta zona. Es también famoso por sus plantaciones de tabaco, y sus puros. Los esclavos africanos que trabajaban en ellas, junto con los conquistadores españoles y los lugareños, contribuyeron a crear una sociedad multiétnica cubana. Esto, unido a un paisaje único, hace del valle una zona de gran relevancia cultural.
Para cambiar de paisaje, se conduce 60 km al noroeste hasta cayo Jutías. Esta larga playa de arena blanca y aguas turquesas, donde los cocos son habitados por cangrejos ermitaños, es accedida por una calzada entre manglares. Es un destino prácticamente virgen ya que el turismo que recibe es en su mayoría cubano.